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Damas, Léon-Gontran (1912-1978).

Poeta, narrador, ensayista, jurista, periodista y político franco-guayanés, nacido en Cayena (o Cayenne, capital de la Guayana Francesa o Guyane Française) el 28 de marzo de 1912, y fallecido en Washington D. C. (Estados Unidos de América) el 22 de enero de 1978. Fue una de las grandes figuras internacionales de la intelectualiadad franco-americana del siglo XX, y uno de los tres grandes impulsores -junto con el senegalés Léopold Sédar Senghor y el martiniqueño Aimé Césaire de los valores culturales y espirituales de la negritud.

Vino al mundo en el seno de una familia de clase media, formada por el funcionario Ernest Damas (natural de Cayena y empleado del Ministerio de Obras Públicas francés), y su esposa Marie Alline (oriunda de otro territorio francés de Ultramar, la isla antillana de Martinica). Hermano mellizo de una niña (Gabrielle) que falleció a muy temprana edad, el pequeño Léon-Gontran fue el menor de los cinco hijos que sacó adelante la familia.

En 1913, cuando sólo contaba un año de vida, quedó huérfano de madre, por lo que pasó a criarse -al igual que el resto de sus hermanos- bajo la tutela de su tía Gabrielle Damas, hermana de la difunta. Esta mujer, que le proporcionó una educación típica de la burguesía francesa, influyó de forma decisiva en la formación del carácter y la cultura del futuro escritor, quien siempre habría de recordarla con el apelativo cariñoso de "Man Gabi".

Al cumplir los seis años de vida, como cualquier otro niño francés de su edad, el pequeño Léon-Gontran inició unos estudios primarios que realizó, con sumo provecho, en una escuela pública de Cayena. Pero en 1924, habida cuenta de las malas relaciones que mantenía con René Resse (el hombre con el que se había casado su tía, en segundas nupcias, en 1921), aprovechó la conclusión de sus estudios básicos y pidió a "Man Gabi" que le permitiera desplazarse hasta Martinica para cursar allí el bachillerato. Fue así como, durante el curso académico de 1925/26, Léon Gontran y Césaire Aimé fueron compañeros de aula en el Lycée Victor Schoelcher, ubicado en Fort-de-France (capital de la bella isla antillana). Curiosamente, ya por aquel entonces los dos futuros escritores, llamados a convertirse en dos de los principales exponentes de la poesía francófona antillana, eran los alumnos más aventajados de su clase y competían por el puesto de honor.

En 1928, a raíz de una sangrienta revuelta que tuvo lugar en su tierra natal tras la muerte bajo sospecha del ex-diputado Jean Galmont, el joven Damas y su tutora desestimaron la idea de que regresara a Guyana para completar allí sus estudios secundarios. Así las cosas, con tan sólo dieciséis años de edad se halló, inesperadamente, en Francia, en la localidad de Meaux, vecina a París, en cuyo prestigioso instituto (el Collège de Meaux) concluyó, con máxima brillantez, el bachillerato.

Entusiasmado por las posibilidades de desarrollo cultural que le brindaba la capital gala, Léon-Gontran Damas decidió afincarse en París a finales de aquella tercera década del siglo XX, para consagrarse de lleno al estudio durante el siguiente lustro de su vida. Así, en 1930 se matriculó en la Escuela de Lenguas Orientales para cursar estudios de ruso y japonés, idiomas que no llegó a dominar porque, ante el inusitado racismo de que hacían gala los profesores, decidió abandonar dicho Centro. Más no dejó, por ello, de seguir avanzando en los estudios de Letras y Derecho que había emprendido simultáneamente, merced a los cuales pronto pudo entablar contactos con algunas de las figuras cimeras de la intelectualidad negra radicadas en París, como el ya citado senegalés Léopold Sédar Senghor -que habría de ser, andando el tiempo, Presidente de la República del Senegal y candidato, en varias ocasiones, al Premio Nobel de Literatura-, o como la activa y bulliciosa martiniquesa Paulette Nardal, secretaria de la Revue du Mond Noir (Revista del Mundo Negro). Alrededor de esta notable mujer se había congregado un interesante círculo de escritores, políticos y pensadores de raza negra que pronto apadrinaron al joven Damas.

Ya plenamente integrado en los principales foros y cenáculos artísticos y literarios de la intelectualidad negra parisina, en 1932, año en el que formalizó su ingreso en el Institut d'Ethnologie de París para cursar estudios superiores de etnología en el Musée de l'Homme (Museo del Hombre), León-Gontran Damas tuvo la grata satisfacción de reencontrarse -ahora en el Viejo Continente, a miles de kilómetros de distancia de su añorado ámbito antillano-, con su viejo amigo de instituto Aimé Césaire, recién llegado a la capital gala para emprender sus estudios de magisterio en la Ecole Normale Superieur (Escuela Normal Superior).

En el transcurso de aquel mismo año de 1932, y ante el hueco dejado por la reciente desaparición de la Revue du Mond Noir, comenzó a circulara por París Légitime Défense, una nueva publicación de los intelectuales negros, claramente inspirada en la ideología marxista. El joven Damas pronto se convirtió en asiduo colaborador de esta revista, en cuyo equipo de redacción quedó integrado en calidad de redactor y editorialista. Comenzó, por aquel tiempo, a componer sus primeros poemas, algunos de los cuales vieron la luz, en 1934, en las páginas de la revista Esprit.

Fue en este último año cuando Damas regresó por vez primera a su tierra natal, tras haber tenido noticia del fallecimiento de su tía y tutora (muerta de un infarto mientras participaba en una procesión religiosa). Aprovechó su viaje a Guayana para realizar diversos trabajos relacionados con sus estudios de Etnología, con tal fortuna que, a su retorno a París al cabo de unos meses, pudo organizar una brillante exposición de objetos propios de las culturas amerindia y afroamericana de su pueblo, así como redactar un interesante folleto donde explicaba sus hallazgos y las observaciones que había extraído al respecto.

Al año siguiente empezó a circular otra publicación que habría de ser determinante en la divulgación, en Europa, de la cultura de la negritud. Se trata de L'Etudiant Noir (El Estudiante Negro), fundada, entre otros, por Cesaire, Senghor y Damas, en la que el martiniqués trabajó como redactor-jefe, el senegalés como colaborador habitual, y el guayanés como secretario de redacción. Damas, entretanto, colaboraba en otros medios de comunicación bajo diversos pseudónimos (Lionel George, André Cabassou...), al tiempo que continuaba enriqueciendo substanciosamente su ya rutilante expediente académico (ahora como nuevo alumno de l'Ecole des Hautes Etudes) e incrementando su interesante producción poética.

Fruto de esta tenaz dedicación al cultivo de la poesía fue su deslumbrante colección de versos Pigments (París: Guy Lévy Mano Ed., 1937), opera prima que, con el paso del tiempo, habría de ser unánimemente reconocida por especialistas de todo el mundo como la primera gran obra de la literatura de la negritud. Bajo la acusación de que atentaba contra la seguridad del Estado francés, este poemario fue secuestrado y prohibido en 1939, por lo que sólo pudo circular de forma clandestina durante las dos décadas siguientes. Finalmente, en 1962, al cabo de un cuarto de siglo desde la fecha de su publicación, volvió a ser objeto de una edición libre, autorizada y definitiva.

Un año después de la publicación de su primer poemario, León-Gontran Damas volvió a los escaparates y anaqueles de las librerías parisinas con Retour de Guyane (París: José Corti, 1938), un espléndido ensayo que no corrió mejor fortuna editorial que la opera prima del autor guayanés. En efecto, el gobierno de Guyana adquirió casi todos los ejemplares que se habían tirado de esta segunda entrega literaria de Damas, y procedió a quemarlos tras denunciar que contenían abundantes afirmaciones subversivas que ponían en peligro la política local. Lejos de amilanarse ante esta arbitraria y despótica actuación de los gobernantes de su tierra -reforzada por otras condenas internacionales que por aquel tiempo recayeron sobre su poemario Pigments, entre las que cobró especial acritud la procedente de una Comisión rogatoria venida desde Costa de Marfil-, Damas continuó sirviéndose de su pluma para exponer con claridad y precisión sus ideas sobre la negritud; y así, en 1939, coincidiendo con esa declaración del Gobierno francés que venía a afirmar que el poemario del autor guayanés atentaba contra "la seguridad interna del Estado", publicó en la prestigiosa revista Volontés un interesante artículo que, bajo el elocuente título de "Cahier d'un retour au pays natal" ("Cuaderno de un retorno al país natal"), abordaba los mismos asuntos tratados en ese ensayo que había sido destruido por las Autoridades de Guayana.

El estallido de la II Guerra Mundial dio lugar a que Léon-Gontran Damas, como tantos otros ciudadanos franceses de su generación, fuese movilizado de inmediato. Recuérdese que, a la sazón, la Guyane Française continuaba siendo un dominio colonial francés de pleno derecho; que no recibió el estatuto de Departamento de Ultramar hasta 1946; y que, aunque en 1975 adquirió la condición de región unidepartamental y pudo gozar, por ello, de cierta autonomía económica respecto al Gobierno central, continúa siendo en la actualidad una demarcación territorial más del Estado francés, representada en París por un senador y dos diputados.

Afortunadamente para su carrera de escritor e intelectual, Damas se vio exonerado enseguida de cualquier compromiso militar. Como el resto de la ciudadanía, sobrevivió como pudo durante la contienda, primero como narrador de cuentos guayaneses en Radio Vichy (1941) -emisora que abandonó tan pronto como pudo constatar el peligroso colaboracionismo del gobierno de Pétain con las autoridades nazis- y después como censor de prensa (1942). Ya en París, se le encomendó la elaboración de un informe completo sobre la situación de la población de color desde 1919 hasta 1940.

A pesar de los peligros y la inseguridad inherentes a la situación bélica, Damas no dejó de relacionarse constantemente con las principales figuras del arte y la intelectualidad del momento, la mayor parte de ellas vinculadas a la resistencia y al pensamiento de izquierdas. Visitante asiduo de los foros y cenáculos semi-clandestinos del "Barrio Latino" de París, fue detenido en numerosas ocasiones por la Gestapo, las SS y la Gendarmería francesa. Estas trabas policiales no fueron óbice para que continuase incrementando su producción literaria, plasmada, en plena guerra mundial, en una espléndida colección de relatos que dio a la imprenta bajo el título de Veillées noires. Contes Nègres de Guyane (Paris: Stock, 1943). Y, al mismo tiempo, preparaba un valioso ensayos literario que habría de titular Panorama des poètes d'expression française (Panorama de los poetas en lengua francesa [Paris: Seuil, 1947]).

La ajetreada actividad laboral que había llevado durante la contienda bélica y la ocupación de Francia por parte del Ejército alemán le acarreó muchos problemas tan pronto como hubo concluido la guerra. Despedido de la emisora radiofónica donde trabajaba como Jefe de la Sección de Antillas-Guayana, fue acusado de haber colaborado con los alemanes y estuvo a punto de ser linchado por la multitud (tormento del que se libró merced a la rápida y contundente intervención de un destacamento policial). Poco después, esclarecido su papel durante la conflagración, recibió una Medalla Conmemorativa de su heroico apoyo a la Resistencia.

Ansioso de volver a pisar el continente americano en el que había venido al mundo, en 1946 Léon-Gontran Damas se embarcó en Marsella rumbo a los Estados Unidos, donde, en sucesivas etapas en Nueva York y Washington, tuvo ocasión de ponerse al tanto de las últimas tendencias artísticas e intelectuales, y celebrar encuentros con algunas figuras de la talla del escritor Richard Wright. Luego se dirigió directamente a Guayana para saltar con decisión a la palestra política, en calidad de lugarteniente de René Jadfard. Ambos encabezaron el denominado "Mouvement de la Renaissance Guyanaise" ("Movimiento del Renacimiento Guyanés"), que, entre otros objetivos primordiales, aspiraba a al reconocimiento pleno de los valores culturales y sociales de la población negra, y a la obtención un estatuto político que agrupase a Guayana y a los territorios insulares de Martinica, Guadalupe y Reunión bajo el llamado "Departamento de Ultramar".

En marzo de 1946, una delegación encabezada por el martiniqués Aimé Césaire consiguió que la Asamblea Nacional de París instituyera dicho Departamento de Ultramar, éxito que, entre otras consecuencias, favoreció la elección de René Jadfard como diputado de Guayana en el parlamento galo. Pero la repentina muerte de éste -sobrevenida, en 1947, en un extraño accidente de aviación- propició que Damas sustituyera en la Asamblea Nacional a su difunto amigo.

Continuó, empero, desplegando una intensa actividad intelectual, ora como promotor y fundador de la enseguida prestigiosa revista Présence Africaine, ora como autor de nuevas obras literarias como su antología de poemas de la negritud (Poèmes nègres sur des airs africains [Paris: G. L. M. Éditeurs, 1948]). Y, tras haber contraído nupcias, en enero de 1948, con la martiniqueña Isabelle Victoria Vécilia Achille (hija de Louis T. Achille, su antiguo profesor de lengua inglesa en Fort-de-France), continuó dedicándose a la vida parlamentaria hasta que, en 1951, fue derrotado en las elecciones guayanesas por Edouard Gaumont.

A comienzos de la década de los años cincuenta, aprovechando el prestigio internacional que había alcanzado Léon-Gontran Damas como defensor de los valores culturales de la población negra, el Ministerio de Asuntos Exteriores Franceses le contrató para que impartiera numerosos cursos y conferencias por las Antillas. Luego, tras haberse divorciado de Isabelle Victoria y publicado una nueva entrega poética -Graffiti (Paris: Seghers, 1952)-, continuó desplegando misiones diplomáticas por diversos lugares de África, hasta que, en 1955, regresó a Guayana para abordar el estudio de sus viejos archivos coloniales.

A su regreso a Francia, publicó un nuevo poemario, titulado Black-Label (Paris: Gallimard, 1956) y pasó a trabajar como consejero técnico de la Société de Radiodifusión d'Outre-Mer (Compañía de Radiodifusión de Ultramar), cargo en el que se mantuvo hasta 1962. Dos años después, la UNESCO le asignó una beca para que pudiera rastrear a fondo la huella de la cultura africana en el Nuevo Mundo, lo que le permitió recorrer numerosos lugares de América, desde Brasil a los Estados Unidos, pasando por Haití y varios países de América Central.

De nuevo en París, Damas se enfrascó en la redacción de otro trabajo sobre la poesía escrita por autores de raza negra ("Nouvelle somme de poésie du monde noir", publicado por la revista Présence Africaine) y, tras aceptar por vez segunda un relevante cargo dentro de la UNESCO (Delegado de la Sociedad Africana de Cultura), presentó su último poemario, titulado Névralgies (Paris: Présence Africaine, 1966). Su creciente prestigio le llevó a visitar otros muchos lugares del mundo durante aquella última etapa de su vida (Londres, Bruselas, Ottawa, Nueva York, varias ciudades africanas...).

El 29 de septiembre de 1967, el ya cincuentón escritor guayanés contrajo nupcias con Marietta Campos, ciudadana brasileña a la que había conocido recientemente, en uno de sus viajes de estudio y misiones diplomáticas a país carioca. Durante 1968, residió, sucesivamente, en Río de Janeiro, Guayana y Nueva York, para retornar luego a París y, sin apenas solución de continuidad, marchar a Cuba y tomar parte en un Congreso Escritores, en su doble condición de autor y delegado de la UNESCO. Y, antes de que hubiera concluido aquella década de los sesenta, participó en actos y conferencias en Río de Janeiro, París, Dakar, Niamey, Abidjan, Cayena -donde se dio su nombre a un instituto y un centro cultural- y, cómo no, los Estados Unidos de América (país al que tenía previsto trasladarse).

En efecto, en 1970 se instaló en Washington en compañía de su segunda esposa, y comenzó a recorrer numerosas universidades de los Estados Unidos, en calidad de conferenciante o profesor invitado. Sus mensajes en favor de la negritud calaban hondo en la población democrática de todo el mundo, por lo que, al mismo tiempo, causaban harto desasosiego entre los partidarios de los regímenes basados en la desigualdad y la discriminación racial. De ahí que, en apenas unos meses, el apartamento que aún poseía en París fuera violentamente saqueado, y un incendio provocado devorase la casa guayanesa en la que Damas había venido al mundo.

Pero estos actos violentos no bastaban para poner tasa a la infatigable labor de Damas en defensa de su raza y su cultura. Elevado al rango de profesor titular de la Howard University, durante los años setenta continuó recorriendo incansablemente los principales focos culturales y sociales donde podía realizar su trabajo (Estados Unidos, Brasil, las Antillas, Senegal, Costa de Marfil, Canadá, etc.). En 1977, una gravísima lesión coronaria (rotura de aneurisma) forzó su ingreso urgente en el hospital de la Universidad Georges Washington (Nueva York), donde, casi de forma milagrosa, los facultativos consiguieron salvar su vida; pero al cabo de cinco meses el animoso intelectual guayanés volvió a ser hospitalizado -esta vez, víctima de una pulmonía-, y en el transcurso de las exploraciones que se le hicieron se le detectó un avanzado cáncer de lengua que acabó con su vida a comienzos de enero de 1978.

Bibliografía

  • LATIDINE, Yasmina. "La représentation de la femme dans l’?uvre de Léon-Gontran Damas". en Boutures 2.1 (septiembre-febrero de 2002), págs. 17-19.

  • MALANDA, Ange-Séverin. Passages II. Histoire et pouvoir dans la littérature antillo-guyanaise (Paris: Ed du Ciref, 2002).

  • MONGO-MBOUSSA, "La littérature africaine: fille d’errance", en Désir d’Afrique (Paris: Gallimard, 2002), págs. 29-40.

  • RACINE, Daniel L. [éd]. Léon-Gontran Damas, 1912-1978: founder of Negritude: A Memorial Casebook (washington, D.C.: University Press of America, 1979).

  • ----------- Léon-Gontran Damas, l’homme et l’?uvre (Paris: Présence Africaine, 1983).

J. R. Fernández de Cano

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.