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HistoriaPolíticaBiografía

Carmona, António Óscar de Fragoso (1869-1951).

General y político portugués, nacido en Lisboa el 24 de noviembre de 1869 y muerto en la misma ciudad el 18 de abril de 1951. Fue jefe de Estado de Portugal entre 1926 y 1951. Durante su presidencia comenzó la dictadura que durante cuarenta años ejerció en el país luso António de Oliveira Salazar.

Tuvo una brillante carrera militar que le llevó, en 1926, a ser nombrado Gobernador Militar de Évora. En mayo de ese mismo año, junto al general Gomes da Costa y el comandante Mendes Cabeçadas, dio un golpe de Estado que derribó al gobierno provisional de orientación izquierdista. Obtuvo en el nuevo gobierno formado por los golpistas la cartera de Estado, pero pronto sus maniobras políticas le hicieron alcanzar la jefatura del gobierno. El 25 de marzo de 1928 fue elegido presidente provisional de la República. Se convirtió en el único superviviente del triunvirato golpista, al ser deportado a las Islas Azores y retirarse el comandante Mendes Cabeçadas. El 9 de abril la Cámara Corporativa, que estaba formada por representantes de las fuerzas económicas y profesionales del país, aprobó el proyecto de ley presentado por Carneiro Pacheco en el que se concedía a Carmona el grado de mariscal por los servicios prestados a la nación.

Acceso a la presidencia

Realizó una visita oficial a España en octubre de 1929. Presentó en 1932 un proyecto para la elaboración de una nueva Constitución, en la cual se establecía la República basada en la garantía de la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos como forma de gobierno en Portugal. El presidente de la República sería elegido por sufragio universal directo por un período de siete años no renovables, quien a su vez se encargaría del nombramiento y el cese de los ministros. El proyecto de la nueva Constitución reconocía a Carmona como jefe de Estado por un período de tres años que le permitiera completar los siete años previstos. Encargó el 28 de junio de 1932 a António de Oliveria Salazar la formación de un nuevo gobierno. El 6 de diciembre se decretó la amnistía para todos los desterrados políticos, y trece días más tarde se anunció el fin de la dictadura. Sin embargo, cuando la constitución fue aprobada definitivamente en 1933, se había eliminado la prohibición de reelección del presidente.

Carmona convocó elecciones legislativas para el 16 de diciembre de 1934, a las cuales se presentó una lista única. La sesión inaugural de las nuevas Cortes, celebrada el 11 de enero de 1935, fue presidida por el jefe del Estado. Al expirar su mandato el 15 de abril de 1935 se celebraron elecciones presidenciales, en las que fue elegido con el 85% de los votos. Al estallar la Guerra Civil Española declaró la neutralidad de su país, pero en octubre de 1936 rompió relaciones con el gobierno de la República Española. Reconoció al gobierno de Franco el 12 de mayo de 1938, y en marzo firmó con el dictador español un tratado de amistad y no agresión. Este acuerdo fue ampliado en diciembre de 1942, poco después de haber sido reelegido por segunda vez para la presidencia, cuando fue suscrito el Pacto Ibérico, en el que ambos países se comprometían a la defensa común de la Península Ibérica. En 1941, ante las presiones ejercidas por ciertos sectores políticos de Estados Unidos, que pedían la ocupación de las Islas Azores y de Cabo Verde para evitar que fueran usadas por los barcos y submarinos alemanes, efectuó una visita oficial a ambos archipiélagos.

Poco a poco fue delegando responsabilidades de gobierno en António de Oliveria Salazar, a quien confió la formación de los sucesivos gobiernos, y que estaba estableciendo una auténtica dictadura en el país. Carmona quedó convertido en una figura política secundaria, aunque teóricamente conservaba el poder de nombrar y destituir al primer ministro. Cuando convocó elecciones para la Asamblea Nacional en 1946, recibió un ultimátum de la oposición reunida en Lisboa en el que se expresaba su intención de no presentarse a las elecciones a menos que cumpliesen los siguientes requisitos: 1º aplazamiento por un período de seis meses de las elecciones; 2º libertad de prensa; 3º modificación de la ley electoral para permitiera votar a las minorías; 4º realización de un nuevo censo; 5º autorización de todos los partidos políticos. En febrero de 1949 se presentó de nuevo a la reelección. En un primer momento también presentó su candidatura el general Norton de Matos, ex ministro y gobernador general de Angola, pero días antes de las elecciones se retiró denunciando la falta de libertad para hacer campaña electoral. Carmona tomó posesión de la presidencia para un nuevo período de siete años el 22 de abril. En 1951, pocos días antes de su muerte, declaró que se sentía como un prisionero en una cárcel dorada. Murió cuando se estaba elaborando un nuevo proyecto de Constitución.

Bibliografía

  • FIGUEIREDO, A. Portugal: Cinquenta anos de Ditadura. (Lisboa, Dom Quixote, 1975).

  • MARCADÉ, J. Le Portugal au XXe siècle. (Paris, Presses Universitaries de France).

  • TORRE GÓMEZ, H. Portugal en el siglo XX. (Madrid, Istmo, 1992).

JLGC

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