Arago, Dominique François Jean (1786-1853).
Célebre astrónomo francés nacido en Estagel, cerca de Perpiñán, en 1786 y muerto en París en 1853.
Como físico y astrónomo, sus estudios incluían la observación de la cara visible del sol y su otra cara, los planetas solares, y la inducción de la electricidad por el magnetismo. Experimentó las leyes de polarización de la luz y la invención de varios instrumentos para observar las diferentes propiedades de la luz.
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- Dominique François Jean Arago.
En su juventud desempeñó un empleo en la sección de longitudes del observatorio astronómico de París. Después fue comisionado en 1806, con otros tres sabios, para dar una medida perfecta del arco del meridiano terrestre, a cuyo efecto emprendió un viaje que estuvo lleno de penalidades. Volvió a su país en 1808, después de dar feliz término a la empresa. Mereció así la honra de ser admirado en la Academia Francesa a los veinte y tres años de edad. En aquel mismo año fue nombrado profesor de la escuela politécnica, donde desempeñó por espacio de más de veinte años las cátedras de análisis y geodesia.
La importancia de Arago en el mundo de la fotografía se debe a que fue el introductor del daguerrotipo en el mundo científico y en la sociedad de su tiempo. Fue el primero en reconocer la importancia del daguerrotipo tanto en el mundo de la comunicación, como en el de la ciencia y del Arte. Gracias a su estaturs de diputado, lo presentó ante la Secretaría Permanente de la Academia de Ciencias, en la Academia de Bellas Artes y en el Congreso de los Diputados el 19 de agosto de 1839. Los detalles del invento de Daguerre se hicieron públicos a partir de ese momento.
En 1830 fue elegido miembro de la Cámara de Diputados, y más adelante del Consejo General del departamento del Sena, de cuya corporación fue presidente mucho tiempo. En 1848 formó parte del Gobierno Provisional de la República, y desempeñó después el ministerio de Marina y de la Guerra, en cuyo tiempo propuso la emancipación inmediata de los negros de las colonias francesas. Entre sus trabajos científicos se cuentan la parte que tomó en el establecimiento de los faros giratorios, muchos descubrimientos que han servido de base a la telegrafía eléctrica y otras de aplicación a la industria. Como hombre político defendió siempre las doctrinas democráticas, se negó a prestar juramento al poder en las dos épocas del Imperio. Desde el restablecimiento de éste hasta su muerte se retiró de la vida pública.
